Cultura apoyará la conmemoración, el próximo 27 de octubre, del 120 aniversario del descubrimiento de la Cueva de Hornos de la Peña
La consejera ha trasladado este compromiso al alcalde de San Felices de Buelna y ha puesto en valor el potencial del arte rupestre que coloca a Cantabria en un "lugar privilegiado"
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte apoyará la celebración del 120 aniversario del descubrimiento de la Cueva de Hornos de La Peña, en San Felices de Buelna. La titular de esta área, Eva Guillermina Fernández, ha trasladado al regidor municipal, José Antonio Cobo, su compromiso para asistir, el próximo 27 de octubre, a los actos que conmemoran el descubrimiento de esta cavidad por parte de Hermilio Alcalde del Río.
Fernández ha destacado el potencial del arte rupestre como elemento activador del turismo cultural y como importante motor de dinamización económica y social de los territorios, en especial de los rurales. Según ha señalado, Cantabria ocupa un lugar "privilegiado" en el mapa internacional por su rico patrimonio con Altamira, como marca inconfundible, y con 10 cuevas declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Por esta razón, la consejera ha asegurado que la Consejería participará en la celebración de esta efeméride, mostrando, así, su apoyo al arte rupestre como "factor esencial para Cantabria, que nos define, y nos convierte en referencia mundial, además de posicionarnos a nivel internacional en el ámbito de la investigación y el conocimiento".
Por su parte, el alcalde ha asegurado que se prevé la celebración de un acto central, el día 27, que se complementará con un ciclo de conferencias y una serie de actividades que buscan implicar a niños y jóvenes en el conocimiento y difusión de este patrimonio cultural.
El encuentro, que ambos han calificado de "muy cordial", ha servido también para abordar otros aspectos vinculados a proyectos e inversiones culturales del municipio.
Hornos de la Peña
La amplitud e insolación del vestíbulo de esta cavidad fueron atractivos para los últimos grupos de Neardentales y los primeros Homo Sapiens, que ocuparon su zona más exterior, como lugar de habitación. En momentos más recientes, durante la Edad del Cobre e incluso durante la Guerra Civil, se hizo uso de este espacio subterráneo con fines diversos.
Hornos de la Peña muestra uno de los conjuntos de grabados más completos de la región cantábrica. Las primeras figuras, algunas hoy desaparecidas, se sitúan en la zona exterior, y en este espacio que alberga el vestíbulo destacan un caballo de surco ancho y profundo.
Asimismo, cuenta con figuras de tamaño grande y concepción naturalista: caballos, bisontes, uros, cabras, ciervos, un bisonte, un posible reno y una forma serpentiforme que demuestran un conocimiento preciso de la anatomía animal, aunque el motivo más destacado es un antropomorfo con un brazo levantado y una larga cola.
Especialmente las diferencias técnicas, en complementariedad con la concepción estilística de las figuras, permiten apuntar la existencia de dos momentos de grabación. Una primera fase arcaica en correspondencia con las figuras exteriores de ejecución mediante abrasión y cuya cronología se puede remontar hace al menos 18.000 años, y un segundo momento, al que correspondería la mayor parte de las figuras interiores, cuya cronología magdaleniense debe estar próxima a unos 13.000 años A.C.