‘Edipo a través de las llamas’ de Paco Bezerra centra la programación del Palacio de Festivales la próxima semana
Alejo Sauras y Mina El Hammani encabezan el reparto, en el que también están Julia Rubio, Eduardo Mayo, Omar Zaragoza, Jiaying Li, Alejandro Linares y Diego Rodríguez
El Palacio de Festivales de Cantabria ha programado para el viernes 16 de diciembre la representación de la obra ‘Edipo a través de las llamas’ del dramaturgo Paco Bezerra.
Con Alejo Sauras y Mina El Hammani encabezando el elenco, está dirigida por Luis Luque y cuenta también en el reparto con Julia Rubio, Eduardo Mayo, Omar Zaragoza, Jiaying Li, Alejandro Linares y Diego Rodríguez.
Fuera de la programación habitual, la sala Argenta acogerá el sábado 17 de diciembre el concierto conmemorativo del 75 aniversario de Cáritas Española, un recital de carácter solidario que contará con las actuaciones del Coro Lírico de Cantabria y del Coro Joven de Santander.
Se trata de la primera vez que se juntan los componentes de estas agrupaciones corales en una actuación que reunirá a ochenta voces en torno a un programa variado que incluirá piezas populares, antología de la zarzuela, ópera, música de Cantabria y villancicos.
Las entradas tienen un precio de entre 10 y 15 euros, la recaudación se destinará a proyectos de Cáritas y hay fila cero para quienes no puedan asistir pero quieran contribuir con esta iniciativa solidaria (Bizum a 01732).
Viernes 16 de diciembre. Sala Argenta. 19:30 h
Teatro
‘Edipo a través de las llamas’ de Paco Bezerra
Dirección Luis Luque
Con Alejo Sauras, Mina El Hammani, Julia Rubio, Eduardo Mayo, Omar Zaragoza, Jiaying Li, Alejandro Linares y Diego Rodríguez
Ayudante de dirección: Álvaro Lizarrondo
Diseño de iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Diseño de vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Composición música original: Mariano Marín
Diseño de video escena: Bruno Praena
Diseño de escenografía: Monica Boromello
Coreografía: Sharon Fridman
Una producción del Festival de Mérida, Pentación y Teatro Español.
Duración: 90 min. Sin descanso
Edipo duerme, al borde de un camino, hasta que despierta al escuchar la voz de una extraña presencia. Un hombre que, oculto bajo un casco de metal, comienza a hablarle acerca de un monstruo, una ciudad y una recompensa.
Edipo, desconfiado, rechaza la invitación del misterioso caballero que no duda en seguir insistiendo hasta conseguir que Edipo se desvíe de su camino, se enfrente al monstruo y, convertido en rey, termine entrando en la ciudad de Tebas.
Siempre se ha dicho que el mito de Edipo es lo contrario a una historia exitosa del yo, que es el descubrimiento de que el saber conduce al fracaso. Pero ¿y si no fuese así y lo que intenta decirnos el mito de Edipo es que quedarse solo y ciego es el mayor de los éxitos posibles? Los indios mayas tenían un juego en el que los perdedores le cortaban la cabeza al capitán del equipo ganador. Sí, mucho antes de que apareciera la figura de Jesucristo hubo un tiempo en el que perder la vida era ganarla y el hecho de perder esa vida te convertía en un héroe.
Posiblemente sea por esto que cada vez se dan menos ejemplos heroicos a nuestro alrededor, porque el hombre de antes, el mitológico, se sacrificaba a favor del mundo, mientras que el hombre de ahora, el contemporáneo, a lo que aspira es a que sea el mundo el que se sacrifique por él. El individuo antes que el planeta.
Una encuesta realizada recientemente en varios institutos ha revelado que, tras la pregunta ¿qué te gustaría ser de mayor?, la mayoría de los estudiantes ha respondido “famoso”. Cada vez más ególatras e individualistas, todos queremos ser populares y conocidos, pero ¿por haber cometido qué hazaña? ¿Por salvar millones de vidas descubriendo la penicilina como Alexander Fleming, por acortar la duración de la Segunda Guerra Mundial, por haber inventado internet como Alan Turing o por conseguir tres mil seguidores de Instagram en tan sólo diez minutos? ¿Cuál es la proeza hoy en día? ¿Alcanzar la mayor popularidad posible mediante el menor esfuerzo o llevar a término y con tenacidad una empresa tras un largo tiempo y numerosas dificultades?
Paco Bezerra