El Gobierno valora la "rápida respuesta" de Cantabria ante el vertido de pellets, pero exige la intervención del Ministerio en alta mar para prevenir una llegada masiva
El Ejecutivo cántabro ha puesto ya a trabajar a 25 operarios de Tragsa en la limpieza de las playas afectadas y mantiene la vigilancia en el resto de la costa
"Hemos sido la última comunidad a la que han llegado los pellets, pero la más rápida en actuar". Esta es la valoración que ha realizado hoy el Gobierno de Cantabria dos días después de haber activado el Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil (PLATERCANT) para preparase para la llegada del vertido.
Dicho plan se activó el lunes en fase de preemergencia, cuando aún no se había detectado ningún resto en las playas cántabras, y ayer martes, por indicación de la presidenta Buruaga, se elevó a nivel 2 para poder solicitar la intervención del Gobierno de España en alta mar y evitar así la llegada masiva de estos microplásticos.
Los consejeros de Presidencia y Seguridad, Isabel Urrutia, y de Medio Ambiente, Roberto Media, han comparecido esta mañana en rueda de prensa para informar de las medidas de control adoptadas por el Gobierno y las que tiene previsto tomar en las próximas horas, a partir de la reunión del Centro de Coordinación Operativa (CECOP).
De la reunión de este organismo –en el que están representados diferentes departamentos del Gobierno cántabro, la Delegación del Gobierno, la Federación de Municipios y otras instituciones como Capitanía Marítima, Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Cruz Roja o el Instituto de Hidráulica- saldrán el plan de acción y los medios disponibles, y también la petición al Gobierno de España para que actúe en alta mar.
Tanto Urrutia como Media han garantizado que el Gobierno de Cantabria movilizará todos sus recursos para atender la emergencia, pero se han mostrado muy críticos con la inacción del Gobierno central, que aún no ha activado el Sistema Nacional de Respuesta ante la contaminación marina y no ha hecho "nada" para contener el vertido, más allá de poner el Plan Estatal de Protección de la Ribera del Mar en fase de alerta.
"Es lo que vamos a exigir al Gobierno central, que haga lo que tenía que haber hecho en el mes de diciembre (...) y que despliegue todos los medios que están en este plan y en el sistema para la puesta en marcha de todas las medidas que impidan que los pellets lleguen a la costa de Cantabria", ha subrayado Urrutia, que también ha lamentado que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, todavía no se haya puesto en contacto con la presidenta Buruaga, como sí ha hecho, en cambio, con el presidente asturiano, Adrián Barbón.
La consejera de Seguridad ha añadido que, mientras el Gobierno central no ha cumplido con su obligación de anticiparse y prevenir la emergencia en alta mar, Cantabria sí está haciendo los deberes. En este sentido, ha recordado que, además de activar el PLATERCANT, el Ejecutivo ha dado aviso a los 27 ayuntamientos costeros y ha desplegado por las playas tanto a personal de vigilancia como de limpieza, entre otras medidas.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Roberto Media, ha afeado igualmente la falta de respuesta del Gobierno de España ante una problemática que se originó el pasado 8 de diciembre, cuando se produjo el vertido en aguas portuguesas, y que incumbe a sus competencias.
"Esos pellets no han llegado en tren. Esos pellets había que haberlos contenido en el mar, que es una competencia exclusiva de la Administración General del Estado (...). Nosotros podemos recoger esos sacos en tierra, pero sería imprescindible que esa labor, que no se ha hecho, se hiciera de manera urgente", ha señalado.
Nueve playas confirmadas
Media ha informado que, con los últimos datos recabados, se confirma la llegada de microplásticos a nueve playas cántabras: Merón (San Vicente de la Barquera), Prellezo (Val de San Vicente), Canallave, Valdearenas, y Portio (Piélagos), Virgen del Mar (Santander), Cuberris (Bareyo), Sonabia (Liendo) y Somo (Ribamontán al Mar).
El titular de Medio Ambiente ha explicado que su departamento tramitó ayer con urgencia un contrato con la empresa Tragsa para proceder de manera inmediata a la retirada de los restos que van llegando, de forma que hoy mismo hay ya 25 operarios trabajando, divididos en cuatro equipos: uno en la zona oriental, otro en la zona occidental y otros dos en la zona central de la región. También ha asegurado que, si fuera necesario, se incorporarán más efectivos a las labores de limpieza.
Entre otras medidas, el Gobierno va a mantener el despliegue de agentes del Servicio de Vigilancia Ambiental por las playas para detectar si llegan nuevos residuos, en coordinación con los avisos que la ciudadanía transmite al Servicio de Emergencias 112.
Del mismo modo, ha encargado análisis al CIMA (Centro de Investigación del Medio Ambiente) para conocer la toxicidad de estos materiales y ha dado instrucciones al Servicio de Calidad Agroalimentaria para adoptar medidas de control en la cadena alimentaria.
Finalmente, tanto Isabel Urrutia como Roberto Media han ofrecido al Gobierno de España la colaboración y la lealtad institucional del Gobierno de Cantabria para dar respuesta a esta emergencia, pero han instado a que cada administración ejerza sus competencias para evitar males mayores.
Previamente a la rueda de prensa, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha presidido una reunión de coordinación en la que ha participado también, además de Urrutia y Media, el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia.