Lombó considera “imprescindible” el trabajo del Consejo Escolar en un momento “decisivo para la Educación”
La consejera destaca el incremento de recursos en atención a la diversidad, con un aumento de casi el veinte por ciento en el número de docentes de esta área
La consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, ha llamado hoy al Consejo Escolar a “intensificar” su participación y “enriquecer con sus aportaciones” el debate educativo, ya que, ha dicho, las aportaciones de este órgano son “imprescindibles” especialmente en un momento como el actual, “decisivo en el diseño de la Educación de los próximos años”.
La consejera se ha expresado de este modo durante la celebración de un Pleno del Consejo Escolar, el primero del curso académico, que ha inaugurado de forma telemática. Durante su intervención, ha dado la bienvenida a los cuatro nuevos miembros del Consejo: Teresa Susinos, designada por la Universidad de Cantabria (UC); Marta San José y Jesús San Emeterio, por UGT, y Francisco Fernández, por el STEC. Asimismo, ha agradecido su “trabajo y compromiso con el sistema educativo cántabro” a los cuatro consejeros salientes.
Lombó ha detallado al Consejo las cifras del curso escolar cántabro, que arrancó el pasado 7 de septiembre con 82.787 alumnos en régimen presencial.
La consejera ha destacado que el Gobierno de Cantabria dedica cada año a la Educación un “presupuesto creciente”. “Los recursos que se destinan a la Educación se incrementan ejercicio a ejercicio desde los últimos años, fruto del compromiso del Ejecutivo con un servicio esencial para hoy y para el futuro”, ha dicho Lombó, quien ha destacado especialmente la “mejora continua” realizada en la Atención a la Diversidad.
En este punto, ha apuntado que desde el curso 2015-2016 hasta el actual se han incrementado en un 18,79 por ciento el número de docentes de Audición y Lenguaje (AL) y Pedagogía Terapéutica (PT), así como de orientadores. Así, hoy hay en las aulas cántabras 266 maestros de AL, 317 de PT y 201 orientadores. Son, en total, 784 profesionales, frente a los 660 que hubo en aquel curso, un aumento, ha destacado, que además se ha producido en un contexto de “bajada continua de alumnos”.
Por eso, y pese a que el objetivo ha de ser siempre “aspirar a la excelencia y equiedad educativa”, considera “una realidad” que las aulas cántabras cuentan hoy “con más recursos que nunca antes”.