Medio Ambiente convoca ayudas para fomentar el desarrollo de medidas de adaptación al cambio climático en Cantabria
Pretenden impulsar actuaciones piloto de carácter innovador en espacios urbanos y periurbanos y el diseño e implementación de zonas de bajas emisiones
El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) ha publicado hoy sendas resoluciones de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por la que se convocan ayudas para el desarrollo de actuaciones piloto de carácter innovador para la adaptación al cambio climático de espacios urbanos y periurbanos, así como para el diseño e implementación de zonas de bajas emisiones en municipios de Cantabria.
Se trata de dos órdenes de ayudas que se enmarcan dentro de las políticas medioambientales que desarrolla el Gobierno de Cantabria en la presente legislatura para fomentar la integración de la política de cambio climático con las políticas de calidad ambiental con el fin de invertir en actuaciones que contribuyan a lograr territorios más seguros y menos vulnerables frente a los impactos y los riesgos del cambio climático.
En el caso de las primeras ayudas, las del desarrollo de actuaciones piloto de carácter innovador para la adaptación al cambio climático de espacios urbanos y periurbanos, cuentan con un importe de 118.000 euros y están dirigidas a fomentar el desarrollo en municipios con una población inferior a los 100.000 habitantes de intervenciones en espacios públicos orientadas a atenuar el efecto isla de urbana (sombreado natural o artificial de calles y plazas, reducción de la impermeabilidad del suelo, captación de aguas pluviales, creación de microclimas con láminas de agua y aplicación de soluciones bioclimáticas).
También para la mejora de la infraestructura urbana verde y azul, caracterizada por la multifuncionalidad: restauración de tramos urbanos de ríos, zonas inundables para hacer frente a las avenidas extremas, mejora de la conectividad natural entre el medio urbano y periurbano y el sistema de drenaje urbano sostenible.
Por su parte, las ayudas encaminadas al diseño e implementación de zonas de bajas emisiones en municipios de Cantabria cuentan con un importe de 40.000 euros, y están destinadas a municipios de Cantabria con una población de entre 50.000 y 100.000 habitantes.
Se consideran zonas de baja emisión aquellas en las que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
En ambos casos, las subvenciones podrán cubrir hasta el 90% de los gastos subvencionables asumidos por la entidad beneficiaria y serán subvencionables los gastos para la redacción de informes y proyectos de las actuaciones objeto de subvención, incluidos los gastos de personal contratado para el desarrollo del proyecto subvencionado, dietas y desplazamientos.
También los gastos de ejecución de las actuaciones objeto de subvención, incluyendo obras, adquisición y colocación de equipamiento, sensores de seguimiento, sistemas de medición de la calidad del aire, balizamiento, señalización, jardinería y cerramiento de la zona de bajas emisiones, así como gastos de publicidad y divulgación, incluyendo materiales gráficos tanto en formato físico como digital.
Las solicitudes deberán presentarse en el registro electrónico común de la Administración de la Comunidad Autónoma o en cualquiera de los registros permitidos por la actual normativa en el plazo de diez días hábiles a contar desde el día siguiente al que se publique en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha destacado la importancia de estas ayudas para impulsar medidas encaminadas a combatir la lucha contra el cambio climático mediante la reducción de gases de efecto invernadero o el incremento de las absorciones y de la adaptación a los impactos que está provocando y se prevé sucedan.
Ha insistido en que los objetivos prioritarios del Gobierno de Cantabria se centran en la evaluación de impactos, la disminución de la vulnerabilidad y la mitigación y adaptación al cambio climático dados los cambios que se prevén que afectarán a la región en aspectos como los regímenes de precipitación y temperatura, la velocidad del viento y la elevación del nivel del mar.
En este sentido, ha puesto en valor la Estrategia de Acción frente al Cambio Climático 2018-2030 como “instrumento fundamental” para garantizar el bienestar social y económico de los ciudadanos de Cantabria en el futuro, “haciéndolo de forma solidaria con el conjunto de España y en el contexto de la comunidad internacional”.