Ceferino Martínez, ese vecino de Vioño que todos conocen como “Nino el de La ventilla”, ha sido nombrado este miércoles Marcero mayor 2024 del Ayuntamiento de Piélagos.
El alcalde del municipio, Carlos Caramés, acompañado por la concejala de Festejos, Gloria Bárcena, le ha hecho entrega de la banda, un reloj como regalo y un ramo de flores.
“Este premio y este reconocimiento es algo no te hacemos nosotros sino que te has ganado tú por trabajar, disfrutar y compartir las tradiciones con tu familia, tus amigos y tus vecinos”, ha explicado el regidor municipal, quien ha apuntado que nadie tiene duda de que Nino ha sido un impulsor de las tradiciones en su pueblo, en su Virgen de Valencia y en el municipio.
Caramés ha hecho hincapié en que “Nino es un buen ejemplo al igual que los 60 marceros de los Coros Columba, Amigos de Boo y Ronda Besaya y los 29 niños, con edades comprendidas entre los 3 y los 14 años, que integran la Ronda marcera infantil y que son el mayor aliento y que podemos tener”.
Durante su intervención ante el numeroso público que ha abarrotado el Centro Cultural Quijano, el acalde ha dicho que, en un momento tan deshumanizado como el actual, celebrar un acto tan social, tan bonito, tan alegre y divertido es algo que, en su opinión, “debe perdurar por muchos años”.
“Es algo que no esperaba, una alegría tremenda, grandísima”, ha dicho el Marcero mayor 2024, quien ha reconocido que “estoy tan contento que no sé qué más decir”.
“Señor alcalde, ¿cantamos, rezamos o nos vamos?”
La ceremonia celebrada este jueves, ha comenzado con la imposición de la credencial de marceros a los jóvenes integrantes de la Ronda marcera infantil por parte del alcalde de Piélagos, Carlos Caramés, y del alcalde pedáneo de Quijano, Jesús Gómez.
A continuación todos los marceros han preguntado “Señor alcalde ¿cantamos, rezamos o nos vamos?”. “Cantad” les ha respondido el regidor municipal, antes de que empezaran a interpretar los tradicionales cantos petitorios con los que el municipio ha dado la bienvenida a una nueva primavera.
Además de cantar, los marceros adultos han realizado representaciones teatralizadas de textos de José María Pereda y Juan José Crespo.
La velada ha finalizado, como manda la tradición, con una merienda en la que los marceros y el público asistente han compartido una merienda en la que se han servido chorizos y vino.