Escuela Infantil ‘La Arena’ de Miengo distinguida con Bandera Verde de Asociación Educación Ambiental y del Consumidor
La Escuela Infantil ‘La Arena’ de Miengo ha sido distinguida con la Bandera Verde de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), en reconocimiento a su trabajo como Ecoescuela durante los últimos tres años.
Se trata de una iniciativa que, bajo la tutela de la citada asociación, busca integrar la educación ambiental en el proyecto educativo, en la propuesta pedagógica y en la programación general anual. En este sentido, desde la concejalía de Educación que dirige Tatiana Infiesta, se ha venido trabajando durante todo este tiempo con el fin de obtener para este centro municipal un sello de calidad vinculado con el medio ambiente.
El galardón ha sido recibido también por las guarderías-ludotecas municipales de Piélagos (‘La Jilguera’ de Renedo y ‘Garruchines’ en Boo), que al igual que la de Miengo son gestionadas por la empresa Kiriku Galo, cuyos responsables, Tomás García y Alejandro Longo, han señalado que fue durante el curso 2020-2021 cuando las tres se convirtieron en los tres primeros centros de estas características en Cantabria que se sumaron al Proyecto de Ecoescuelas.
El comité de valoración de ADEAC ha acordado la concesión de este distintivo a los tres centros con el objetivo de “premiar el trabajo que ya han realizado y, al mismo tiempo, animarles a continuar colaborando en el cuidado de nuestro planeta, así como a caminar hacia un entorno más sostenible a través de la educación”.
El Proyecto Ecoescuelas ha constado de siete etapas, que dieron comienzo con la creación de un Comité Ambiental, integrado por representantes de los equipos de los tres centros y las familias, que ha sido el encargado de hacer una auditoría ambiental, es decir, un análisis de la situación de partida.
Posteriormente, se elaboró anualmente un plan de acción, en el que se abordó uno de los tres temas básicos -agua, residuos y energía-, relacionándolo con el currículo escolar y se definió un código de conducta o pautas para el desarrollo del mismo por parte de cada centro.
De manera paralela, se ha ido verificando el grado de cumplimiento del plan de acción anual y facilitando la información de los trabajos desarrollados, todo ello con el objetivo de poder presentar una memoria a ADEAC para su evaluación y, en este caso, lograr un diploma y una bandera verde, un reconocimiento de la política ambiental seguida en los centros.