Gómez Morante afirma que parar la obra de Julián Ceballos supondría un notable incremento en su coste por la pérdida de ayudas e indemnizaciones

Para Gómez Morante aun se está a tiempo, sin tener que detener la obra, con todos los perjuicios que esto supondría, de llevar a cabo las correcciones más importantes, como ampliar los parterres y los espacios ajardinados

La portavoz del Grupo Municipal de Torrelavega Sí, Blanca Rosa Gómez Morante, insiste en que, aun siendo evidente que la obra de remodelación de la calle Julián Ceballos incumple la normativa, sufre de evidentes carencias y en francamente mejorable, la paralización de la obra no sería más un grave perjuicio añadido más para los vecinos por lo que supondría de perdida de ayudas europeas y la indemnización a la empresa adjudicataria con fondos municipales.

 

Gómez Morante señala que esta idea ya se la transmitió al responsable del área, el socialista Cruz Viadero, en la última comisión de Obras, reforzando la idea de que lo que es urgente es replantear y modificar un buen número de las actuaciones que se están llevando a cabo en la que es una de las arterías centrales e históricas de la ciudad.

 

La portavoz de Torrelavega Sí está convencida de que si se hubiera informado debidamente a vecinos y comerciantes de la zona, y su hubiera colocado la suficiente cartelería explicativa de  esta actuación, no se habría llegado a este estado de descontento que se ha instalado hoy en gran parte de la población respecto a una obra que, por su ubicación, estaba llamada originalmente a ser señera.

 

Para Gómez Morante aun se está a tiempo, sin tener que detener la obra, con todos los perjuicios que esto supondría, de llevar a cabo las correcciones más importantes, como ampliar los parterres y los espacios ajardinados.

 

Desplegar alumbrado de baja contaminación lumínica y que incite al paseo en una zona de gran actividad comercial en sus dos márgenes. Mejorar y cuidar los remates, especialmente los relacionados con la recogida de pluviales y, de manera sobresaliente, con una accesibilidad universal a las zonas reformadas.

 

Y, también, hacer los cambios precisos en el mobiliario de tal manera que aquella sea una zona atractiva, apetecible y acorde con una ciudad que pretende atraer visitantes y población, no espantarla.