Las participantes en el Taller laboratorio de teatro y artes escénicas que UNATE -La Universidad Peramente- está desarrollando en su sede de Renedo desde el pasado mes de octubre se enfrentan este curso 2023-2024 al reto de habitar poemas escritos por otras mujeres.

El actor y formador Carlos Peguero, facilitador de esta actividad organizada a través del convenio suscrito con el Ayuntamiento de Piélagos explica que, a diferencia de ediciones anteriores, en esta ocasión, a los textos teatrales al uso -escenas, monólogos y piezas cortas- se ha sumado un poemario.

“Queremos hacer una intervención en marzo, coincidiendo con la celebración del Día de la mujer”, avanza Carlos Peguero, quien adelanta que será un “formato breve” para llevarlo a sitios diferentes.

Una vez más, recalca, lo de memorizar queda en un segundo plano. “Nosotros nos acercamos al texto, lo flexibilizamos, jugamos con él y elaboramos diseños escénicos hasta el punto que, cuando te das cuenta el poema está integrado; más que aprendido está aprehendido”, matiza.

En eso andamos, resume, en una doble propuesta: la habitual de final de curso, pero más pequeña en densidad de texto para que podamos elaborar esta nueva “poesía escénica”.

Reflexión por el recorrido vital

Las primeras lecturas dramatizadas en las que ya trabaja este grupo 100 por cien femenino, abordan cuestiones tan dispares como “el universo humano”.

“Con distintas paradas y cronologías, intentamos buscar los paralelismos de lo que sucedía antes y lo que sigue sucediendo ahora para tratar de responder a la pregunta de por qué”, explica el facilitador de este taller, quien apunta que, al final, se trata de  pensar, reflexionar y acercarnos a esas personas que piensan diferente a nosotros.

“En sociedad, parecemos pequeños sectas. Si eres de izquierdas, por ejemplo, parece que te tienes que relacionar con gente de izquierdas, leer autores de izquierdas …  pero aquí, en alusión al taller laboratorio,  “intentamos aproximarnos al pensamiento diferente”.

En busca de una vida más teatralizada para la poesía

Carlos Pequero opina que, en general, “los poetas son mal leídos porque están muy declamados y tienen esa musiquilla de quienes los están recitando”.

Por ello, aboga por un formato que integre la poesía en el teatro o en la clave escénica, para que “viaje más hablada, sea narrada y contada y esa rima, que antes era musiquilla, vaya más integrada”.

El actor y formador atribuye el rechazo que normalmente provoca este género al lector al hecho de que la poesía sea impostada  y/o declamada.

Es la herencia que nos dejó el teatro romántico anterior al siglo XIX, afirma Carlos Peguero, quien apunta que fue el teatro ruso el primero que se preguntó por qué los personajes hablaba tan raro si en la vida real no lo hacían así.

“Había una falta de identificación y ahí es donde nosotros, en referencia a las integrantes del Taller laboratorio de teatro y artes escénicas de UNATE en Piélagos, jugamos a hacer orgánico eso que ha escrito otro con mucha belleza”, apostilla.

La importancia de la autonomía creativa

Carlos Peguero reconoce que a él le gusta mucho trabajar con la autonomía creativa. Es decir,  que no  se define como un facilitador al uso, que indica al alumno cómo tiene que decir el texto, sino que, por el contrario, le invita a buscar su manera, a través de la exploración.

“Ellas se dan cuenta de cuándo funciona y cuándo no”, argumenta este actor y formador, quien deja claro que dentro de la acción caben muchas formas.

“Tenemos que respetar el fondo, pero la forma va jugando -de pie, sentadas,  una a la otra, tosiendo, hablando por teléfono- y cuando lo dicen de tantas maneras, al final, sólo se centran en el fondo y únicamente sale por la boca lo orgánico”, relata.

El actor y formador destaca de las participantes en el taller que se atreven a escribir por su cuenta porque hay una “libertad creativa” de cómo me visto, dónde lo digo o qué atrezo uso.

De hecho, subraya que “no es un alumnado que reciba una consigna de alguien que se supone sabe más”, sino que  “va encontrando una manera, a partir de una autocrítica y una crítica hacia los propios materiales”.

“Hay debate y el grupo está vivo”, asevera Carlos Peguero, quien puntualiza que, para él, “es la parte que sostiene al grupo”.  Asimismo, destaca que, este curso 2023-2024, hay dos alumnas nuevas.

Preguntado por el secreto de un taller que no sólo se mantiene en la programación de UNATE en Piélagos curso tras curso sino que aumenta cada edición en cuanto al número de participantes, Carlos Peguero responde que, “entre ellas, se animan, se dicen, vente que nos lo pasamos bien, jugamos y no hay que estudiar”.

A esto añade el hecho de que las alumnas tengan total libertad para decidir si en junio van a actuar o no porque, recalca, una cosa es experimentar en las clases semanales y otra bien distinta enfrentarse al público.