El Grupo Municipal de Torrelavega Sí solicita al equipo de gobierno que lleve a cabo una política de protección y conservación de aquellos elementos del patrimonio urbano que, sin tener de un aparente gran valor económico o artístico, sí que forman parte de nuestra historia, nuestra identidad o constituyen un referente en el decorado del imaginario y los recuerdos colectivos.

De esta manera más concreta, Torrelavega Sí hace un llamamiento a que se salve, de lo que sin duda será su inminente desaparición, la placa de cantería, con ornamentos de voluta, en la que consta el nombre de la calle Juan José Ruano.

Un objeto de indudable valor en su modesto género y que por encontrarse adosada a la pared de un finca en la que se anuncian la próxima construcción de viviendas, en la confluencia de dicha calle con la de Conde de Torreanaz, parece tener sus días contados.

Una actuación que supone muy poco esfuerzo y que representaría la conservación de un pequeño trozo de nuestra antigua cotidianeidad. Placas como esta, antes ornamentos habituales en nuestras calles, han ido desapareciendo del paisaje urbano, y donde ya solo restan unos pocos ejemplos, además de la ya reseñada, como la situada en la entrada de la calle Barón de Peramola.

Torrelavega Sí, en este sentido, aprovecha para denunciar que son muchas las placas vinculadas al patrimonio urbano de la ciudad que han ido desapareciendo sin que se hayan repuesto, como por ejemplo la de la escultura que recuerda la figura de Mero en los jardines de Pequeñeces o la del puente Viejo de Torres.

Torrelavega Sí anima al equipo de gobierno a que estando aún proceso de ejecución la remodelación integral de la calle Julián Ceballos, se lleve a cabo alguna intervención de reacondicionamiento y adecuación del espacio situado en el entorno de la fuente de Cuatro Caños.

Un rincón histórico de nuestra ciudad que no puede quedar deslucido ante la modificación de todo su entorno y que con un poco de iluminación, replanteamiento y renovación del mobiliario y ajardinamiento luciría más acorde con los cambios habidos a su alderredor.