I.U-Podemos Santander denuncia que el Ayuntamiento ha abandonado los problemas de convivencia en el centro de la ciudad
El concejal Keruin Martínez se ha reunido con representantes de la asociación del Ensanche-Pombo-Cañadío, y pedirá que el ocio nocturno vuelva a estar incluido en el Plan Estratégico del Ruido
El concejal de Izquierda Unida-Podemos Santander, Keruin Martínez, ha criticado el abandono que, en su opinión, ha cometido el Ayuntamiento de Santander a atender los problemas de convivencia, especialmente los derivados del ocio nocturno, en el centro de la ciudad.
“El ruido en el centro es un problema completo de convivencia que tiene como principal causa el tráfico, como han demostrado estudios recientes, pero también empeora cuando no se cumple ni se hace cumplir la normativa vigente sobre el ocio nocturno y terrazas”, ha denunciado Martínez tras reunirse con los representantes de la asociación del Ensanche-Pombo-Cañadío.
Y es que el edil ha criticado que el equipo de Gobierno vaya a dejar fuera el ocio nocturno del Plan Estratégico contra el Ruido, por lo que ha pedido que vuelva a ser incluido para controlar y regular los incumplimientos, de modo que se solventen los problemas de convivencia entre los vecinos de la zona y los establecimientos dedicados a esa actividad.
Martínez ha aprovechado la reunión para hablar con los vecinos de temas que les incumben especialmente, como “la proliferación de los pisos turísticos, que están viendo como una problemática que avanza sin control”, la necesidad de implantar una tasa turística y el anuncio de la modificación de la ordenanza de terrazas.
“Es necesaria una actualización de la ordenanza que no vaya en dirección contraria al interés colectivo, pero el problema es que la que está vigente no se está cumpliendo”, ha explicado el concejal.
Igualmente, los vecinos también ven con preocupación la actitud mostrada en la implantación de la Zona de Bajas Emisiones.
“Compartimos su escepticismo, porque son cuestiones que deben hacerse con previsión y adelantando siempre las alternativas a las posibles restricciones, y lo que vemos aquí es que todo se hace tarde y mal, improvisando sin criterio estratégico”, ha recordado Martínez.
“No debe olvidarse que la ZBE debía entrar en vigor el 1 de enero de 2023, y ahora, por miedo a perder fondos europeos, parece que se dan los primeros pasos y tememos que sea sin estrategia ni medidas adicionales bien implantadas”.
Así, el edil ha recordado que, en cuestiones de ordenamiento, con el Plan General alargándose, Santander está quedándose muy atrás en comparación con otras ciudades. “La planificación, pacificación del tráfico, el impulso de zonas verdes y la mejora de convivencia son deberes que otras ciudades de nuestro entorno llevan veinte años acometiendo y que es un debate bloqueado en nuestra ciudad”, ha lamentado.