“El Gobierno de Cantabria tiene que apostar por el Plan de Desarrollo Rural para paliar la pérdida de fondos europeos de los productores”. Es lo que ha aseverado hoy la diputada de Ciudadanos (Cs), Marta García, en la Comisión de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que se ha celebrado en el Parlamento regional, a petición de la formación liberal, para que el consejero del ramo informe a los grupos parlamentarios acerca de las negociaciones y el posicionamiento del Gobierno PRC-PSOE ante la nueva Política Agraria Común (PAC).

En su intervención, García ha sostenido que la nueva PAC, que entrará en vigor en 2023, va a marcar el “futuro económico” del campo español y ha lamentado que “cada siete años” ganaderos y agricultores dependan de “las ocurrencias de unos señores que están en Bruselas”. Un punto en el que se ha referido a la falta de apoyo a la que se enfrentan los productores por parte del ministro de Agricultura, el socialista Luis Planas, a pesar de que el sector primario español se enfrenta a un recorte de 5.000 millones de euros.

“La PAC que se ha negociado es un desastre”, ha enfatizado la diputada de Cs, ya que “está ligada a mayores exigencias medioambientales y a más compromisos agronómicos con 5000 millones de euros menos”. En su opinión, Europa ha cedido la alimentación de los ciudadanos “a los lobbies ecologistas”, dejando de lado el papel de descontaminación y de sumidero natural “que realiza el sector primario español” y restando valor, según sus palabras, “a la producción de alimentos de calidad bajo las premisas de seguridad alimentaria más garantistas del mundo”.

“Este desastre ya está en marcha, poco podemos hacer”, ha reseñado Marta García, para quien es urgente conocer el contenido del Plan de Desarrollo Rural de Cantabria, que es donde se podrán “compensar y paliar” las pérdidas que van a sufrir los ganaderos, cuya situación es “insostenible”. Para García el final de la historia es “previsible”, puesto que al final “se deslocalizarán las producciones a terceros países, trasladaremos las emisiones e importaremos alimentos con menor calidad de la exigida Unión Europea”.