Podemos-IU trabajará para mejorar la atención a la salud mental en Cantabria por medio de una Ley de Salud mental que encare de frente las causas y consecuencias de un problema cada vez más prevalente.

Las formaciones declaran que es un problema de fondo que se agravó durante el confinamiento: según informes de la Confederación de salud mental, cuatro de cada diez personas valoran de forma negativa su salud mental, y casi tres de cada cuatro creen que ha empeorado la salud mental de la población. Los jóvenes (18-24), las mujeres o las personas del colectivo LGTBI+ son particularmente proclives a experimentar problemas de salud mental, y casi el quince por ciento de las personas ha tenido ideas suicidas o lo ha intentado. Sobre el 19% de la población de más de 18 años consume psicofármacos, como ansiolíticos y antidepresivos.

La media nacional está en seis psicólogos clínicos por 100.000 habitantes, de todo punto insuficiente, con tiempos de espera entre consultas que pueden llegar a los dos meses.

“Las listas de espera pero, sobre todo, las frecuencias de consulta que hay en este momento son inasumibles. No podemos consentir una sociedad que funciona a base de ansiolíticos, hipnóticos y antidepresivos”, ha declarado Mónica Rodero, candidata a la Presidencia de la coalición. “No hay medios para apoyar o para acompañar; más bien se discrimina.

Es un problema clave de la sociedad que tenemos que encarar desde todas sus vertientes: ¿cómo vas a estar bien de salud mental si no puedes pagar el alquiler? ¿Cómo, si no tienes perspectivas positivas del futuro?” “Esta es una pata, pero tenemos que trabajar desde todas las perspectivas. Necesitamos redes de apoyo y de cuidados”, ha añado Carmen Martín, número dos de la coalición.

“La salud mental de las mujeres, que todos los informes indican que son un colectivo particularmente afectado, está también en nuestro punto de mira. Las desigualdades, la presión y la discriminación en el ámbito profesional, la violencia de género o la carga de responsabilidades de cuidados agravan, sin duda, los problemas de salud mental en la población femenina”, dicen Rodero y Martín.

“Proponemos dotarnos de más profesionales. Tenemos que reforzar las plantillas y tenemos que poner el foco también en la capacidad de Atención Primaria para detectar problemas.

También hay que potenciar a los departamentos de Orientación en los institutos, para que todo el sistema público trabaje al unísono. Tenemos que potenciar y obligar al cumplimiento de los planes de prevención del suicidio, atención a las adicciones y reducir al mínimo las sujeciones forzadas en residencias de mayores y centros psiquiátricos.

Proponemos también formar a los profesionales, particularmente a los de Atención Primaria y a los que trabajan en la Unidad de Hospitalización de Agudos del HUMV”, resumen.

“Una ley para ayudar a quien se pueda, acompañar a quien se pueda y poner el foco en las causas”, resume Martín. “Cuando, a finales de semana, estemos en disposición de entrar en el Parlamento cántabro, allí habrá gente que pelea por una vida digna para todos”, concluye Rodero.