El diputado autonómico y portavoz del Partido Popular en materia de Sanidad, César Pascual, asegura que el incremento es un “chapuza intolerable que no tiene nombre, pero sí culpables”

Señala al presidente Revilla como “máximo responsable”, porque la situación “sobrepasa las responsabilidades de consejeros de Sanidad o de gerentes del Servicio Cántabro de Salud”

Pascual denuncia que lo que está ocurriendo en Cantabria "no tiene ninguna explicación sensata y coherente”

“Es una incompetencia manifiesta, pero no de uno, sino de muchos gestores que ha habido durante ocho años de gobierno bipartito entre el Partido Socialista y el Partido Regionalista", añade

El diputado del PP dice que su formación política “no se conforma con que el consejero reconozca que hay un problema y con que anuncie, para salir del paso, que el Gobierno va a destinar un millón de euros”

Por ello ha presentado una iniciativa para que el Parlamento inste al Ejecutivo a presentar un plan de supresión de las listas de espera con una dotación presupuestaria específica finalista y un cronograma de ejecución detallado, utilizando todos los recursos sanitarios de la región, para “acabar con este drama que padecen los ciudadanos de Cantabria”

Además, pide que se inste al Gobierno a publicar de manera transparente las listas de espera, tanto quirúrgicas como de consultas o de pruebas diagnósticas, por hospitales, por especialidades, en tiempo y que se pueda señalar la evolución,

El parlamentario del PP explica que hay “cuatro grandes problemas” en las listas de espera de Cantabria, “el del número exagerado, una contabilidad que distorsiona los datos, el castigo a los pacientes y la opacidad”

César Pascual asegura que, en ocho años, se ha pasado de 11.800 pacientes en lista de espera quirúrgica a casi alcanzar los 20.000.

"Si no incrementamos la actividad quirúrgica, difícilmente vamos a poder reducir la lista de espera", reclama.

Critica que en consultas de atención hospitalaria "la tendencia es a un incremento descontrolado, muy por encima de lo esperable"

En cuanto a la espera para pruebas diagnósticas, alerta de que "es muy grave, porque condiciona retrasos diagnósticos que pueden ser de consecuencias fatales".

“Esto es muy serio, ya que se pueden producir daños mucho más graves" al tener reflejo en el "infradiagnóstico de patologías como el cáncer, patologías cardíacas o neurológicas que se diagnostican tarde”, concluye