La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, ha destacado que Cantabria “sigue siendo la octava Comunidad Autónoma más segura”, con una tasa de criminalidad de 40,5 delitos por cada 1.000 habitantes, que es “8,5 puntos menos que la media nacional”, pero “se puede mejorar”, para ello, ha mantenido este miércoles una reunión con los mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Quiñones ha pedido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cantabria “incrementar esfuerzos” para atajar la criminalidad en su conjunto y especialmente “las nuevas formas de delinquir”, como es la ciberdelincuencia, que supone ya un 20,3% de los delitos conocidos en nuestra Comunidad Autónoma.

Así lo ha señalado en la reunión, en la que han participado la jefa superior de Policía, Carmen Martínez, y el coronel de la Guardia Civil, Antonio Orantos, y en la que se ha analizado la situación de la seguridad en Cantabria atendiendo a los datos que se desprenden del Balance de Criminalidad del conjunto del año 2022 y publicado recientemente por el Ministerio del Interior.

Quiñones ha agradecido el trabajo “riguroso, discreto, responsable y eficaz” que desarrollan los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cantabria para “hacer frente a quienes infringen las leyes y cometen delitos en nuestros pueblos y ciudades” y también por la “cercanía” con la que desarrollan su labor los 1.761 agentes de ambos cuerpos en la región.

“Si algo tienen los 1.761 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que operan en Cantabria, es un enorme compromiso de servicio público y un ánimo de entrega insuperable para garantizar nuestra seguridad, la paz social y la convivencia de todos y de todas”, ha dicho.

En este punto, ha señalado que en estos momentos “contamos en Cantabria con 128 agentes más que hace cuatro años”, un incremento del 7,2%, y es “gracias a este Gobierno de España, que ha tenido claro desde el inicio de su mandato que la reposición y el incremento de las plantillas de la Policía y la Guardia Civil era un compromiso indispensable e ineludible”.

En cuanto al Balance de Criminalidad, la delegada ha señalado que los datos  “nos plantean la necesidad de seguir trabajando, de incrementar esfuerzos para atender, entre otras cuestiones, las nuevas formas de delinquir, como por ejemplo la ciberdelincuencia, que ha aumentado en Cantabria un 27,4% desde 2021 y un 130,9% desde 2019”.

“Ello obliga a las FCSE a adaptarse, a explorar nuevas formas de investigación para detener a quienes utilizan estos nuevos métodos para delinquir, que en 2022 de las más de 23.000 infracciones cometidas en Cantabria, al menos un 20% eran estafas informáticas y ciberdelitos”, ha dicho.

En otro orden de asuntos, Quiñones ha expresado la “preocupación” de la Delegación y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por el aumento de los delitos sexuales, un 21,7% más que en 2021, y especialmente los de agresión con penetración, un 47% más.

“Lo único positivo es que denotamos un aumento de las denuncias, una pérdida del miedo de las víctimas a denunciar y eso es siempre positivo porque es el camino a seguir para acabar con la violencia sexual”, ha dicho la delegada.

Otro de los temas abordados en la reunión ha sido la situación de la violencia de género en Cantabria. Quiñones ha agradecido “el compromiso de todos para seguir redoblando los protocolos y los programas de prevención y concienciación”. A cierre de 2022, había en Cantabria 983 casos de violencia de género activos en el Sistema VioGen, de los que 20 eran mujeres menores de edad.