Bajo un calor sofocante, con temperaturas que en algunos tramos del recorrido superaron los 34 grados, Los 10.000 del SoplaobyTotalEnergies cerraron la edición del presente año sin ningún tipo de incidencia médica reseñable. El objetivo de los organizadores pasaba en todo momento por evitar los tan temidos golpes de calor y los desfallecimientos en lugares de difícil acceso para los servicios médicos de la prueba. A tenor de las escasas intervenciones practicadas y en medio de condiciones meteorológicas tan extremas, el resultado no puede ser otro que un éxito rotundo.
Fieles a su cita con la prueba y tras dos años de suspensión a causa de la pandemia, más de 3.200 deportistas tomaron la salida el pasado sábado en Cabezón de la Sal en las modalidades de Maratón, Combinada (Maratón y BTT), Ruta a Pie y Rutas Adaptadas para Movilidad Reducida y Senderismo Inclusivo. También se estrenaba la nueva disciplina por aire: el Parapente de Precisión -desde la ladera de El Cueto, en Mazcuerras-, que congregó a una veintena de participantes en esta primera edición y que aportó un sobresaliente colorido al cielo de la comarca Saja-Nansa. Otros deportistas ya habían debutado el viernes por la mañana con la disputa de los 10 km en Aguas Abiertas entre San Vicente de la Barquera y Comillas dirigida a nadadores e inscritos en el Soplaoman. Además, el viernes por la noche se produjo el pistoletazo de salida para los participantes en la Ultramaratón.
La Organización de Los 10.000 del Soplao pretende, a través de estas líneas, agradecer el comportamiento de los deportistas. Todos dieron los mejor de sí mismos en una jornada muy difícil. Varios centenares optaron por la retirada en diferentes puntosdebido a las altas temperaturas -que a las 9 de la mañana ya superaban los 25 grados-, mostrando de esa manera una evidente precaución y poniendo por delante la salud a los particulares objetivos deportivos.
Fue así como se escribieron miles de historias que nos hablan de superación personal: desde José Luis Gil, que tras haber completado la prueba en dos ocasiones, este año lo ha hecho para plantar cara a la adversidad tras conocer hace pocos meses que padece ELA. Agustín completó una de las modalidades adaptadas con la ayuda de su única pierna y dos muletas, mientras que Álvaro, llegado desde Madrid,finalizó laUltramaratón tras casi 23 horas de recorrido. Mereció la pena porque nada más cruzar la línea de meta le pidió matrimonio a su prometida en medio de una gran ovación.
Una labor sobresaliente
Además, sólo cabe destacar como sobresaliente la labor de los centenares de voluntarios que hacen posible la prueba. Ellos también soportaron el calor durante horas en los puntos de paso y avituallamientos con elúnico objetivo de brindar su ayuda a los deportistas. Guardia Civil, miembros del 112, Bomberos, Bomberos voluntarios, Protección Civil y Policía Local ofrecieron una extraordinaria labor para que el evento estuviera bajo control en todo momento y todo el mundo pudiera, al final de la jornada, contar su particular experiencia en un “Infierno Cántabro” celebrado en condiciones climatológicas extremas. Qué decir de la labor los médicos, sanitarios, fisioterapeutas y miembros de Cruz Roja. Su trabajo, encomiable, hizo que los sustos aparentes se quedaran, sencillamente, en eso, evitando en todo momento males mayores.
La Organización de Los 10.000 del SoplaobyTotalEnergiesvalora de manera muy positiva la celebración del evento a lo largo de los tres fines de semana, en un formato que perdurará en la próxima edición. Naturalmente, también toma nota de los posibles errores que se hayan podido cometer. Reactivar un evento de esta envergadura tras dos años de suspensión no resulta una tarea sencilla, por lo que, como siempre ha hecho, tomará nota de todos aquellos aspectos que resulten mejorables para prolongar ese “Espíritu Soplao” que ya ha comenzado a traspasar nuestras fronteras con participantes llegados desde diferentes países de la Unión Europea. Desde hoy, ya queda un día menos para Los 10.000 del Soplao 2023 byTotalEnergies.