Había muchas ganas de Soplao, tantas que nadie se ha quedado en casa para abrazar el regreso de la prueba tras dos años de parón a causa de la pandemia. A las 8 de la mañana las calles de Cabezón de la Sal eran un hervidero de público. Madrugar en sábado costó menos que cualquier otro día. Todo por volver a aplaudir y desear suerte a los deportistas llegados desde todas las provincias españolas que copaban la zona de salida. “Sevilla, Valladolid, Madrid…”, repasaba el speaker ante la ovación de los asistentes.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente, Pablo Zuloaga, así como autoridades locales, fueron los encargados de encender la traca que, bajo los acordes del ya mítico Thunderstruck de AC/DC, daba la salida a los casi cuatro mil inscritos. Un pistoletazo de salida que se ha prolongado durante los más de veinte minutos ininterrumpidos que han sido necesarios para que, desde el primero hasta el último, todos los participantes pasaran bajo el arco de Salida e iniciaran la marcha. Era así como se iniciaba una jornada que ha resultado extraordinaria desde el punto de vista climatológico, con algo de calor en las cotas más altas del recorrido -se han alcanzado los 30 grados en la cima de El Moral durante las horas centrales del día-.
Con algunos cambios en la zona inicial del recorrido que endurecían aún más el perfil de la ruta, los aficionados a la bicicleta de montaña fueron cubriendo las dificultades montañosas: Monte Aá, Fuentes, Ozcava, Juzmeana… ante la permanente compañía y aplauso del numerosísimo público que ocupaba ambos lados de las pistas.
La condición física de cada deportista y el horario de corte de las distancias propuestas por los organizadores (bronce, plata, oro y finisher) hacían que cada ciclista optara por uno u otro recorrido. Fue así como a partir de las cuatro horas la Meta de Cabezón de la Sal empezó a poblarse con los primeros que ponían punto y final a su participación.
Los finisher que se atrevieron con los 166 kilómetros y 4.000 metros de desnivel propuestos en la categoría reina empezaron a desfilar a partir de las 7 horas, si bien, la inmensa mayoría de los participantes emplearon bastante más tiempo en cubrir todo el recorrido. El torrelaveguense, Roberto Fernández Garrido, fue el primero en cruzar la Meta tras parar el crono en 7 horas y 17 minutos. Un tiempo inalcanzable para la mayoría y al que sólo se pudieron acercar José Manuel Gutiérrez y el asturiano David Ovín.
En féminas, la vizcaína, Ainhara Arroyo, empleó algo más de 9 horas en completar todo el trazado, un crono extraordinario que secundaron Cristina Roza y Pilar Terán.
Pero lo de menos era el tiempo empleado. Los rostros de satisfacción acompañaban a quienes en el transcurso de la tarde e, incluso, bien entrada la noche se atrevieron a desafiar con éxito al “Infierno Cántabro”. Cada uno con sus particularidades, pero todos con el esfuerzo y la seguridad de haberse vaciado encima de la bicicleta.
No faltaron las caídas, enganchones y sustos. Todos ellos fueron resueltos eficazmente por los servicios médicos de la prueba y no se registró ninguna incidencia reseñable. Sólo quedaba disfrutar de la comida preparada por la Organización en el Parque Conde de San Diego, así como las más de 1.300 hamburguesas de Carne de Tudanca con la que la firma “Alimentos de Cantabria” quiso premiar el esfuerzo de los deportistas.
Se ponía así el broche final a la 14ª edición BTT de Los 10.000 del SoplaobyTotalEnergies que no han hecho sino empezar, porque dentro de dos semanas Cabezón de la Sal albergará la prueba de Ciclismo en Carretera, quedando para el fin de semana del 17 y 18 de junio el resto de modalidades. Un colofón a la altura del cariño mostrado por el público a lo largo de toda la jornada en el añorado regreso del Infierno Cántabro.