La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Camargo está llevando a cabo por quinto año consecutivo la campaña de trampeo para luchar contra la avispa asiática, de cara a frenar la expansión de esta especie invasora.
Son un total de 183 las trampas colocadas a mediados de marzo en el municipio para dificultar la propagación de esta especie que supone una amenaza para la biodiversidad de nuestros ecosistemas, consistentes en envases tipo botella con dos orificios de entrada enfrentados de un diámetro no superior a 1,5 cm. que cuentan en su interior con un líquido atrayente.
La edil del área, María José Fernández, ha explicado que “esta campaña se prolongará hasta el mes de junio, por lo que se solicita a la ciudadanía que respete las botellas para que hagan su función de captura de avispas reinas durante la época estival.
Se trata de una etapa “crucial” para continuar con la disminución de su población, “ya que fuera de este periodo se daña a otras especies sin que sea efectivo para erradicar a la citada especie invasora”.
Esta campaña se lleva a cabo a través de la empresa especializada ADRA Ingeniería y Gestión del Medio, bajo las instrucciones de la orden de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria por la que se establecen las bases de un régimen de ayudas destinadas a los municipios que adopten medidas de prevención contra la avispa asiática (Vespa velutina nigrithorax).
El año pasado se capturaron en Camargo 1.021 ejemplares, y en esta campaña las trampas se han distribuido teniendo en cuenta los emplazamientos de nidos, colmenares, plantaciones de frutales, cauces fluviales, etc., ya que por lo general estas avispas colocan sus nidos en ramas altas de los árboles.
Además, se recuerda que los vecinos que detecten un avispero en Camargo deben ponerse en contacto con el Servicio de Emergencias 112. De este modo se activará el protocolo para corroborar que se trata de un nido de avispa asiática activo y proceder a su posterior eliminación. Algunos nidos tratados permanecen inactivos en los árboles ante la dificultad de ser retirados debido a su ubicación.