“En estos primeros cien días de gobierno municipal, estamos viendo ciertas actitudes que no nos gustan, como la continuidad de malas prácticas y muy poca voluntad de diálogo y transparencia”.

Ese es el resumen que ha hecho el concejal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Santander, Keruin Martínez, en la rueda de prensa en la que ha analizado los primeros tres meses de gobierno municipal. Martínez ha querido ser cauteloso, ya que ha reconocido que este periodo, y la consecuente reestructuración de Gobierno, ha coincidido con los meses de verano, “por lo que aún estamos iniciando el curso político propiamente dicho”.

Lo que sí ha criticado Martínez de este periodo es que “hemos visto su disposición de usar la mayoría absoluta como un rodillo”, lo que se resumiría en “evitar cambiar malas prácticas que se han hecho habituales, como el uso desmedido de herramientas extraordinarias”, pero también en “esconder bajo la alfombra los problemas que arrastramos desde hace años y evitar afrontar las soluciones”.

“Nosotros insistimos en que esta mayoría en el Pleno no puede ser un cheque en blanco, y pretendemos vigilar y fiscalizar este modo de actuar, pero también seguimos abiertos al diálogo y a poner sobre la mesa alternativas que consideramos necesarias para Santander”.

El edil ha desgranado varias propuestas que ha defendido desde su grupo, y que seguirá proponiendo en el pleno municipal, tanto a nivel interno y de gestión en el Ayuntamiento, como de cuestiones externas y de profundo calado.

“A nivel interno, seguiremos insistiendo en la necesidad de un plan de recursos humanos que reestructure y fortalezca de personal áreas claves en el Ayuntamiento, como medio ambiente o licencias”, ha defendido Martínez, después de que el propio equipo de Gobierno reconociera en comisión y en pleno que utilizan medidas extraordinarias ante la falta de personal en algunos departamentos o la lentitud que puede afectar a algunos trámites.

A este respecto, Martínez ha aprovechado para cuestionar los méritos y capacidad del nuevo director de Recursos Humanos, “quien no acredita la experiencia que requiere una responsabilidad tan importante”. “Esto nos genera dudas sobre su capacidad de llevar a cabo la tarea pendiente que tiene por delante, que es impostergable por el bien de todos los vecinos”, ha recordado.

Pero el concejal también se ha referido a los diferentes problemas con los servicios externalizados, como basuras o parques y jardines, ya que considera que “la mayoría de ellos no se habrían producido si hubiera existido un Observatorio de la Contratación que fiscalizara estos contratos y el cumplimiento efectivo por todas las partes”, ha recordado Martínez, en referencia a una propuesta que viene haciendo su grupo desde 2016.

En cuanto a propuestas externas, el concejal ha aprovechado para criticar la continuidad de modelos “obsoletos o destructivos, que solo favorecen a unos pocos y alejan a la ciudad de la modernización”, como el modelo de turismo o la política urbanística. “Son áreas que afectan al día a día de la ciudadanía, porque involucra vivienda, ocupación del espacio público o, incluso, movilidad”, ha recordado Martínez.

Entre algunas de las propuestas que ha llevado al Pleno se encuentra la regulación de los pisos turísticos, que Martínez critica que se ha abordado “de forma desenfocada”, porque “insisten en considerarlo un problema de negocio, cuando, en realidad, y lo estamos viendo, es un problema de vivienda, cuyas consecuencias impacta a los jóvenes, pero también al resto de vecinos, que terminan siendo victimas de la gentrificación más despiadada”.

“La respuesta que recibimos es la misma que se han encontrado otros grupos al hablar de espacio público, o ayudas al estudio”, ha lamentado. “Nos parece triste y limitante esta postura de bloquear a la oposición, cuando el modelo de ciudad debe defender e integrar a todos los ciudadanos”, ha opinado.

Por ese motivo, el edil ha defendido que “no es tarde” para un cambio de rumbo que “integre las diferentes visiones del futuro de Santander, y ha invitado al equipo de Gobierno a “aceptar las propuestas constructivas que defendemos para un modelo que nos beneficie a todos”.