Unidas por Santander (UxS) ha pedido que el Ayuntamiento de Santander fije un día de cada semana, preferentemente el sábado, para ocupar cerrar el centro, en su eje de Cuatro Caminos a Puerto Chico, para uso exclusivo de peatones y vehículos de movilidad personal. Para ello, el concejal de la coalición, Miguel Saro, considera que es preciso cerrar el centro al tráfico de vehículos particulares durante al menos 8 horas con unos criterios mínimos.
Estos están fijados en la moción que la formación ha presentado para el próximo pleno municipal, e incluyen la segregación de una zona de la calzada para permitir el flujo de transporte público y vehículos de emergencias en el tramo cerrado al vehículo particular, así como la señalización específica para una zona para movilidad ciclista o de otros vehículos de movilidad personal alternativa que evite conflictos con los peatones. Además, Saro ha propuesto que se establezca horario de distribución logística de mercancías y servicios a comercios afectados, además dezonas seguras de aparcamiento para los vehículos de movilidad personal.
Igualmente, la moción incluye la propuesta de crear zonas de juegos y dinamización para atraer a niños y jóvenes donde haya espacio disponible, además de informar a los comercios del área, para darles facilidades para informar de su oferta de servicios y productos.
No es la primera vez que UxS reclama una mayor pacificación del tráfico y más espacio para los peatones, ya que se trata de un eje central de las propuestas que la formación ha realizado durante esta legislatura. “Históricamente, Santander ha sufrido la absoluta falta de voluntad de su equipo de Gobierno para diseñar y ejecutar infraestructuras para permitir una movilidad más sostenida en la ciudad, pero es que el Ayuntamiento ha fallado también en lo más básico, que esestablecer regulaciones paradar seguridad a los usuarios de los vehículos de movilidad personal alternativa y a los peatones”, ha lamentado Saro.
El edil ha destacado el nulo interés de PP-Cs en hacer cumplir la ley y las medidas de seguridad, así como en asegurar el cumplimiento de las nuevas medidas de velocidad o su negativa a aumentar la bonificación financiada por el Gobierno Central que permite reducir un 30% el coste del billete.
“La realidad es que los problemas de movilidad en Santander no son un síntoma más de la permanente crisis de los servicios públicos provocados por el Partido Popular o de la falta de planificación urbana actualizada, sino la proyección de la ausencia de dinamismo de la dirección política de la ciudad y de su visión urbana basada en un modelo de desarrollo insostenible, insolidario y profundamente anticuado”, ha criticado también Saro, ante la política de “ocupación extensiva del espacio público” que se ha aplicado durante años.
Con la actual situación, Saro reconoce que “resulta evidente que una ciudad no puede diseñar infraestructuras ciclistas paralelas a la mayor parte de su viario convencional puesto que no hay espacio para esto”, pero sí cree que las herramientas existentes permiten fácilmente pacificar la mayor parte de las calzadas para hacer compatible su uso con vehículos de movilidad personal como patinetes, motocicletas y bicicletas eléctricas con muy pequeñas inversiones y voluntad política.
Como ejemplo, el edil cita los pocos cambios que se hicieron a principios de 2020, obligados por las medidas de distanciamiento social que se impusieron en la pandemia, “en las que se abrieron las grandes calles de la ciudad a los peatones”. “Al acabar ese periodo, la única medida que se ha mantenido hasta la fecha fue la cesión del espacio público a la hostelería, y creemos que es perfectamente factible dejar que los fines de semana las calles puedan estar destinadas a actividades lúdicas o deportivas, como es cotidiano en otras ciudades”, ha reclamado Saro.