El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publica hoy las resoluciones de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación por las que se aprueban los planes de explotación de almeja en las zonas de producción de moluscos en Santander y Santoña para la campaña 2024.
El periodo hábil para la extracción de almeja comenzará el próximo 1 de enero y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2024, estableciendo un periodo de descanso desde el 1 de abril y hasta el 30 de junio, en el caso de Santoña, y del 1 de abril al 30 de septiembre para Santander, con el objeto de establecer una veda biológica para las especies.
Además, establece un stock explotable total de 700 kilogramos de almeja, una cantidad que puede ser revisada, en función de los estudios de seguimiento que se están realizando.
Ambas campañas afectan a las zonas de producción declaradas abiertas a la extracción según sus condiciones higiénico sanitarias en cada una de las dos bahías, y están restringidas a los mariscadores que forman parte de cada plan, a través del censo que los agrupa.
Además, se establece un cupo máximo de 15 kilogramos de almeja a la semana que cada mariscador puede gestionar a su conveniencia en el caso de la Bahía de Santander, y de 20 kilogramos en el caso de la Bahía de Santoña.
En cualquier caso y a la vista de los informes técnicos correspondientes, la campaña podrá ser suspendida, ampliada o modificada por la Consejería en lo que se refiere a los cupos explotables, las zonas explotación o cualquiera otra decisión en aras de la preservación del recurso y de los principios elementales de precaución.
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, ha recordado que la situación de los stocks de almeja de las zonas de producción de moluscos de Cantabria, unida a la dependencia económica que tiene el sector respecto a estas especies, obliga a establecer un régimen de explotación de la especie que permita garantizar una gestión sostenible del recurso.
Palencia ha defendido la continuidad de estas campañas específicas para lograr una extracción racional de almejas, que no se repita el colapso de épocas pasadas en la población de esta especie, así como para realizar un perfecto seguimiento de la pesquería, con un conocimiento más exacto de la producción que genera y de las dinámicas de explotación de la especie por parte del sector marisquero.