El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha defendido hoy la honradez y el buen hacer de los funcionarios y empresarios cántabros en el transcurso de la inauguración de la carretera entre Orejo y Rubayo, en Marina de Cudeyo, actuación que ha supuesto una inversión del Gobierno regional de 3,1 millones de euros.
En su intervención en el acto, Revilla ha querido realizar una "alabanza" a los cerca de 25.000 empleados públicos de la Administración autonómica y, muy especialmente, a los destinados en la Consejería de Obras Públicas, "gente ejemplar" que trabaja día a día para mejorar la vida de los ciudadanos.
"Una persona no puede empañar a todos, ni dos empresarios pueden implicar a todos los empresarios", ha dicho Revilla en referencia al presunto comportamiento delictivo por parte de un alto funcionario del Servicio de Carreteras, que en estos momentos se encuentra bajo investigación judicial.
El presidente ha asegurado que la noticia es "grave" y ha sorprendido "de manera terrible" al Gobierno de Cantabria y ha pedido que, en el caso de demostrarse hechos delictivos, caiga sobre el único funcionario acusado hasta la fecha "todo el peso de la ley" y que el castigo sea "ejemplarizante".
En cuanto a la obra inaugurada hoy, que afecta a un tramo de 3,8 kilómetros en la CA-240, ha destacado que va a contribuir a "mejorar la circulación, la vida y la comodidad" de los usuarios de esta carretera con la que culmina la renovación de la red autonómica en el municipio de Marina de Cudeyo y que, además, cuenta desde ahora con un paseo peatonal y ciclable.
Por último, Miguel Ángel Revilla ha garantizado el compromiso del Gobierno con la obra pública como medida para dinamizar la economía y ofrecer a los ciudadanos servicios de calidad. En este sentido, ha confirmado futuras actuaciones en materia de carreteras y se ha referido también a otros proyectos importantes como la unidad de protonterapia de Valdecilla, el nuevo MUPAC, el polígono de La Pasiega o las futuras terminales de ferries y de contenedores del Puerto de Santander.
El acto inaugural ha servido de homenaje al exalcalde de Marina de Cudeyo Severiano Ballesteros, fallecido en 2021, que fue el gran impulsor de este proyecto y en cuya memoria se ha instalado un banco, con forma de libro abierto, en la zona mirador, en el que se puede leer el poema 'Después de la lluvia de otoño', de José Hierro.
El jefe del Ejecutivo ha estado acompañado en la inauguración por el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa; el alcalde de Marina de Cudeyo, Pedro Pérez; otros miembros de la Corporación municipal; el director general de Obras Públicas, Manuel del Jesus, y familiares del difunto Severiano Ballesteros.
Por su parte, Gochicoa ha felicitado el trabajo de los técnicos de la Consejería de Obras Públicas y de la empresa constructora (Fernández Rosillo) por el resultado de una carretera "preciosa y fabulosa" y, al igual que el presidente, ha revindicado la labor de los funcionarios y de las empresas cántabras del sector de la construcción.
Sobre el proyecto, ha explicado que la idea original era acometer la infraestructura por el polígono industrial, pero que, finalmente, se optó por facilitar a los usuarios una carretera moderna y segura para vehículos, peatones y ciclistas aprovechando el trazado existente.
Por último, Pedro Pérez ha agradecido el esfuerzo de Obras Públicas para ejecutar esta actuación que era la última pendiente en el municipio y que, entre las mejoras introducidas, ha permitido solucionar también la conexión a la red de saneamiento de varios vecinos de la zona.
Asimismo, el alcalde ha agradecido el compromiso del Gobierno para iniciar próximamente la rehabilitación de los puentes de Pontejos y de Pedreña.
La obra
La actuación, que se ha desarrollado en 19 meses, ha permitido mejorar el trazado y el firme de la CA-240, entre los puntos kilométricos 1,6 y 5,4, así como ampliar la plataforma hasta alcanzar una anchura de 6,50 metros. Del mismo modo, se ha reformado la intersección con la CA-905, de acceso a la estación de Ferrocarril de Orejo; se ha renovado el drenaje longitudinal y transversal y se ha construido una estructura para salvar el obstáculo natural del arroyo de Romanillo.
Por otro lado, se ha dotado a esta vía de un paseo peatonal de 1,60 metros de anchura, más un margen de seguridad de 0,40 metros. Además, para ganar en seguridad, se han colocado bolardos y se ha instalado nueva iluminación led en todo el tramo.
Finalmente, el proyecto ha incluido también acciones de restauración paisajística, la construcción de un colector de saneamiento de una longitud de 1.100 metros, la realización de muros de escollera para la contención de taludes o la colocación de nueva señalización y balizamiento, entre otras actuaciones.