El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha ofrecido su apoyo y el del Gobierno regional a la Asociación Nueva Vida para conmemorar su 25 aniversario, que se celebrará a finales de este año con un amplio programa de actividades dirigido a visibilizar la misión y la trayectoria de esta organización.
Revilla, que hoy ha recibido en la sede del Ejecutivo regional al presidente de la asociación, Julio García, y a una de sus coordinadoras, Esther Ocejo, ha felicitado a Nueva Vida por la labor solidaria que viene prestando durante un cuarto de siglo en Cantabria y en otras comunidades como País Vasco, Madrid, Baleares, Extremadura o Andalucía.
Una entidad que cuenta con cerca de un centenar de empleados y más de 45 voluntarios, que es pionera en el Norte de España y que, en Cantabria, colabora en diferentes centros sociales y dispone de 140 plazas para refugiados.
En el transcurso del encuentro, el presidente cántabro y los responsables de la entidad han abordado también las diferentes líneas de subvenciones del Gobierno autonómico y la posibilidad de ampliar el abanico de ayudas a colectivos vulnerables como las mujeres víctimas de trata o la población reclusa.
Julio García ha calificado como "muy productiva" la reunión con Revilla y ha invitado al jefe del Ejecutivo a participar en el programa de actos del 25 aniversario, que se desarrollará en el último trimestre del año. Finalmente, ha subrayado el compromiso con Cantabria de una asociación "eminentemente cántabra y fundad por cántabros".
Sobre Nueva Vida
La Asociación Nueva Vida es una organización privada de ámbito estatal y sin ánimo de lucro que promueve el pleno desarrollo de los derechos humanos, especialmente, de las personas desprotegidas o en riesgo de exclusión social, entre las que se encuentran las mujeres víctimas de trata, la población privada de libertad, los solicitantes y beneficiarios de asilo o protección internacional, las personas sin hogar o en situación de emergencia social y los desempleados.
Fundada hace ahora 25 años, su labor persigue la integración, la autonomía, la independencia y la mejora de las condiciones de vida de estos colectivos, a través de una intervención social de carácter integral.