La Vicepresidencia y Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte adoptará medidas preventivas en la cueva de El Castillo, en Puente Viesgo, dirigidas a preservar la conservación de las pinturas rupestres como consecuencia de la presencia de microorganismos en fase todavía incipiente, concretamente algas, que está provocando el biodeterioro en la zona conocida como ‘panel de policromos’, en las inmediaciones del bisonte pintado en rojo.
Así lo ha anunciado el vicepresidente, Pablo Zuloaga, explicando que estas medidas consistirán en la apertura de una nueva ruta de visitas que permitirá disfrutar de otras zonas y pinturas de la cueva.
Zuloaga ha enmarcado estas medidas en el trabajo continuo y la gestión responsable que lleva a cabo el Gobierno de Cantabria para proteger y preservar el patrimonio rupestre que atesora la región.
Acompañado por la directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Históríca, Zoraida Hijosa; y del director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), Roberto Ontañón; el vicepresidente ha señalado que se trata de medidas prudentes y ajustadas a criterios mínimos de conservación preventiva, establecidas “de la mano de la ciencia y de la investigación”.
Dentro de las acciones a desarrollar, ha avanzado que está previsto llevar a cabo un estudio de microbiología para determinar el daño potencial sobre los paneles decorados y, en su caso, las posibles formas de eliminación de los microorganismos.
También está previsto dar continuidad a los estudios que se han realizado ya de forma experimental para el seguimiento del biodeterioro en las cuevas mediante la aplicación de técnicas de fotogrametría.
El descubrimiento de estos microorganismos en el denominado ‘panel de policromos’ de la cueva de El Castillo se ha producido dentro de los trabajos de conservación del patrimonio rupestre desarrollado por el Ejecutivo de la mano del restaurador Eudald Guillamet.
Tras su detección, y ante la posibilidad de que las manchas se correspondieran con colonias de comunidades fotótrofas, se procedió a apagar los focos de luz que iluminaban la zona y evitar de este modo la posible proliferación de microorganismos sobre la pared decorada.
Aunque no se ha advertido un aumento del número de manchas ni del tamaño de las existentes, dado que se conocen casos similares en otras cavidades decoradas, como la cueva de Lascaux o la sala de policromos de Altamira, el panel afectado permanecerá a oscuras y se establecerá una nueva ruta de visitas a la cueva de El Castillo.
Simultáneamente, se han analizado los microorganismos que, al encontrarse en fase incipiente, quedarán bajo observación para vigilar su evolución y determinar las medidas a aplicar para su erradicación.
Factores medioambientales
Tras valorar como “bueno” el estado general de las cuevas existentes en Cantabria y, en particular, de la cueva de El Castillo, Zoraida Hijosa se ha referido a la imprescindible estabilidad de las condiciones medioambientales cavernarias para garantizar la adecuada preservación de la cueva.
Entre estos factores ha citado las características geológicas, la actividad microbiológica que existe en todas las cuevas, además de la limitación de los accesos en grupos restringidos de visitantes, que en el caso de la cueva de El Castillo es de 12 personas por grupo.
Por su parte, Roberto Ontañón ha recordado que en todas las cuevas existen colonias de microorganismos y ha remarcado que la decisión de cambiar el recorrido de visitas y la adopción de medidas de protección en la cueva de El Castillo se debe a una gestión responsable para garantizar la conservación del patrimonio.
La cueva de El Castillo forma parte del parte del Patrimonio Histórico español desde el 25 de abril de 1924 y desde el 7 de julio de 2008 figura inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, integrada en el bien ‘La cueva de Altamira y el arte rupestre paleolítico del norte de España, y sumándose al selecto grupo de poco más de 40 sitios en España declarados Patrimonio Mundial, entre los que se incluyen conjuntos arqueológicos como Atapuerca o Altamira.