Manuela García Gómez, conocida afectivamente por doña Manolita, cumplió 100 años en la Residencia Madernia, de Molledo, muy cerca de Santa Cruz de Iguña, su pueblo de toda la vida en el que nació el gran sabio cántabro, Leonardo Torres Quevedo.
Doña Manolita es viuda desde 1998, y ha tenido cuatro hijos de los que viven dos Marichu y José Riaño García que asistieron al emotivo acto. Además, doña Manolita tiene 26 nietos y 8 bisnietos.
Con motivo de cumplir cien años, doña Manolita aceptó una corona de cartón que recogía tan significativa efemérides, al tiempo que recibía el calor y el afecto de los residentes que se congregaron en torno a ella a las doce horas, momento en el que recibió el homenaje del Club Piscis, representado en este acto por el secretario, José Ángel Fernández Mediavilla (por enfermedad de la presidente, Conchita Carranceja) y Josefina Saiz.
Además de la insignia y el diploma, doña Manolita fue obsequiada con varias docenas de polkas para compartir con los residentes a la hora de la merienda. Hace ya un año, cuando doña Manolita cumplió 99 años, el Club Piscis y todo el pueblo de Santa Cruz se congregó en las escuelas del pueblo para desear a doña Manolita un feliz cumpleaños.
Doña Manolita es una mujer muy querida en todo el valle de Iguña. Fue una fiesta por todo lo alto ya que no faltó nadie a la cita: ramos de flores, chocolatada y cumpleaños feliz no faltaron en esta celebración que fue inesperada y emocionante para Manuela García Gómez que desde hace unos meses se encuentra en la Residencia Madernia, feliz y agradecida por el trato que reciben todos los residentes.
En el salón de actos de la Residencia se celebró el concurrido acto, al que asistieron, además de la directora y de buena parte del personal, dos hijos y una nieta de la homenajeada. José Ángel Fernández Mediavilla, antes de proceder a entregarla el diploma que la acredita como Piscis de Oro y Centenaria, se refirió a la felicidad de todos por estar en torno a una centenaria que queremos y sabemos de su vida “tenaz y sacrificada”, añadiendo que “los Piscis nos sentimos emocionados y muy agradecidos por contar con una mujer tan querida, que dedicó su casa familiar a impulsar todo un museo etnográfico sobre el valle en el pueblo de nacimiento de Torres Quevedo”.
La directora y el personal de la Residencia asistieron a este emotivo acto en el que finalmente se sirvió un lunch que compartieron los representantes del Club