Barcenilla ha rendido este fin de semana un homenaje al que fuera su maestro, Don Luis Raúl Arroyo Arminio, ese al que todos, adultos y niños, llamaban “Don Raúl”, pero que también fue conocido como el mago “Lucho Harmin”.
Coincidiendo con la celebración de la Fiesta de San Martín, la Junta Vecinal que preside María Irigoyen y la Comisión de Fiestas, en colaboración con el Ayuntamiento de Piélagos y el Círculo de Ilusionistas de Cantabria, reconoció la figura de quien enseñó a tantas generaciones en las antiguas escuelas de la localidad, en las que ejerció su profesión entre 1970 y 1988, a lo largo de 18 cursos.
Después, tal y como recordó el alcalde del municipio, Carlos Caramés, como consecuencia de una concentración escolar que cerró la escuela de Barcenilla, continuó su labor docente, primero, en el CEIP Bajo Pas, de Arce, (1988-1999) y, finalmente, en el IES Valle de Piélagos de Renedo (1999-2010), sumando 40 años de servicio educativo en Piélagos.
“Queremos tener un sencillo, pero emotivo homenaje con el que fue vecino de este pueblo y también su maestro”, explicó Caramés.
El regidor municipal se mostró convencido de que, prácticamente de forma unánime, casi todos los que como él fueron sus alumnos “le recordamos como el maestro del fichero histórico o el que nos enseñaba jugando a Cesta y Puntos, pero, sobre todo, el que nos inculcó a muchos vecinos lo que era la cultura del esfuerzo”.
En este sentido, hizo hincapié en que les enseñó que “no hay nada regalado”, que sólo trabajando y con esfuerzo se lograban los resultados finales y ese, aseveró, “es el legado que nos ha quedado a muchos alumnos”.
Durante el acto, el alcalde del municipio y la alcaldesa pedánea de la localidad, hicieron entrega del escudo del Ayuntamiento de Piélagos a su mujer, Avelina, y a sus hijos, Vivián y Toni.
La viuda de “Don Raúl” agradeció el “bonito detalle” que habían tenido con su marido, al tiempo que mandó “un abrazo muy fuerte” para todos sus alumnos.
El homenaje a Don Luis Raúl Arroyo Arminio incluyó un espectáculo de magia, que César Criado, en representación del Círculo de Ilusionistas de Cantabria, quiso regalar a los vecinos de Barcenilla en homenaje a “Don Raúl”.
También conocido como el mago “Lucho Harmin”, el que fuera maestro de la localidad fundó junto con otros amantes de la magia, en 1963, el Círculo de Ilusionistas de Cantabria.
“Su profesión era la docencia y su afición la magia”, subrayó César Criado, quien destacó que, “hasta el último momento, estuvo dedicado a ella y al Círculo para mantener la ilusión y divulgar la magia”.
Santos Muriedas: 20 años al servicio de los vecinos de Barcenilla
Tras la comida de hermandad celebrada en la carpa de las Fiesta de San Martín, amigos, vecinos y la Junta Vecina de Barcenilla quisieron mostrar su cariño a quien fuera su alcalde pedáneo a lo largo de los últimos 20 años, Santos Muriedas.
“Cuando una persona se dedica a trabajar por su comunidad, por su barrio, por su pueblo o por su ayuntamiento siempre lo hace, sea del color político que sea, con la mejor de las intenciones, con la ilusión de mejorar su entorno, con las ganas de conseguir la mejor calidad de vida para sus vecinos y con la fuerza que le dan los que están cerca de ti”, relató Caramés.
El regidor municipal, incidió en que “no siempre se consigue todo lo que uno se propone, pero, con el tiempo, los vecinos saben reconocer la voluntad y el entusiasmo y, sobre todo, la sencillez y la sinceridad”.
De hecho, afirmó que Santos Muriedas es una persona que, “con mayor o menor acierto, ha dado todo por su pueblo y por su gente y el mejor reconocimiento que ha podido tener es que, durante 20 años, sus vecinos y amigos le han respaldado”.
“Cuando una persona es honorable lo es hasta en el momento de su retirada y lo es a la hora de colaborar para que lo que venga, si es posible, sea aún mejor”, opinó Caramés, quien añadió que “el que vale y tiene realmente corazón y amor propio por su pueblo trabaja por hacer lo mejor posible cuando está en sus manos y también para los siguientes”.
María Irigoyen, sucesora de Santos Muriedas en el cargo, le hizo entrega en nombre de todos los vecinos de un reloj que llevaba grabado el mensaje: “Por tus 20 años al servicio de los vecinos de Barcenilla”.
Santos Muriedas también recogió una placa conmemorativa con Fran Diestro, su compañero de la Junta Vecinal porque, tal y como apuntó el regidor municipal, “nadie hace nada solo”. “Este reconocimiento Fran es también tuyo”, apostilló.
Por su parte, el que fuera alcalde pedáneo de Barcenilla aseguró que, cuando empezó, hace 20 años, “tenía toda la ilusión del mundo” y dejó claro que “todo lo que he hecho ha sido en beneficio del pueblo”.
“Me he equivocado 50.000 veces y alguna incluso he acertado”, bromeó Muriedas, quien pidió perdón a todas las personas que se hubieran podido sentir afectadas por sus equivocaciones.
En su discurso ante sus vecinos y amigos, reconoció que “cuando uno no aporta lo que tiene que hacer es dejar paso a gente que tenga ilusión y yo creo que María me supera a mí, os lo digo con corazón, a años luz”.
“Para mí es un orgullo que sea la alcaldesa de Barcenilla y me siento orgulloso de ella y de su Junta Vecinal, sin ellos no hubiera sido nada porque, los que me conocen, saben que soy un perfecto desastre”, recalcó Santos Muriedas, quien concluyó su intervención dando las “gracias a todos”.