La portavoz del Grupo Municipal de Torrelavega Sí, Blanca Rosa Gómez Morante, denuncia que, cuando apenas restan tres meses para el final de la legislatura, el balance de gestión en el área de Deportes es paupérrimo, dejando de lado proyectos enquistados a lo largo de los años y sin poner en marcha ninguno nuevo que signifique un impulso para el propio área ni para la ciudad.
Gómez Morante considera especialmente significativo el olvido que padece, una legislatura más, la segunda piscina cubierta. Una infraestructura largamente demandada y necesaria, que supondría un nuevo activo para la vocación de capitalidad comarcal de la ciudad al tiempo que un impulso determinante para el Campus universitario de Torrelavega.
De igual manera, una reivindicación de Torrelavega Sí, que ya se remonta a la legislatura pasada, como es a creación de un espacio para acoger y poner en valor el juego de los Bolos, tan estrechamente vinculado a esta ciudad, sigue cayendo en el saco roto del total desinterés de este equipo de gobierno. De esta iniciativa, tan significativa y acorde para Torrelavega, nada se sabe y nada se espera, al menos a corto plazo. Igualmente, algo tan aparentemente sencillo como concretar y dar forma al emplazamiento en el que se dará justo homenaje a Jaime Asensio, sigue sufriendo el ingrato desprecio de nuestros gobernantes.
Señala Gómez Morante que tampoco se da inicio a los trámites que hagan realidad el compromiso existente para reformar las pistas de Padel del complejo deportivo de La Lechera. Un abandono de nuestras instalaciones deportivas que ya es recurrente, como puede verse en el mantenimiento de los suelos de pistas deportivas tan utilizadas como las de La Llama o de los pabellones de trabajo de toda la ciudad..
Por último, para Torrelavega Sí resulta imprescindible la redacción, por el responsable de esta área, de una memoria económica que valore cuanto sería la inversión precisa para la adaptación de las instalaciones deportivas de la ciudad y la supresión de barreras arquitectónicas, y que incluiría el ascensor prometido del pabellón Vicente Trueba